Usted no debe preocuparse por el futuro



Últimamente el mensaje que encuentro por todos lados es "Hay que vivir el momento". Suena trillado, ¿no? Algo que hemos escuchado toda la vida. Sin embargo, esa afirmación generalmente se entiende como exprimirle hasta el última gota a los episodios extraordinarios de la vida para después evocarlos repetidamente y añorar sin descanso los siguientes. Esa es una interpretación perfectamente errónea del mensaje original. Yo soy muy impaciente. No sé si decir que me viene de naturaleza o que la cultura en la que vivimos me ha vuelto así. Lo terrible es que siempre lo he sufrido sin darme cuenta. Para mí, el tratar de vivir por adelantado hablaba de orden, planeación, y por ende, progreso. No fue hasta que, por recomendación de una querida amiga, entré a tomar clases de meditación y entendí el concepto de la frase de una manera completamente distinta. No voy a tratar de explicarlo, mejor les recomiendo este reportaje (en donde desarrollan el tema extraordinariamente) que fue otra de las señales que he encontrado últimamente, junto con un papelito que me salió hace unos días en una galleta de la suerte y en el que leí la frase que le da título a este post.
Nota:
Eckhart Tolle, a quien mencionan en el texto, tiene un libro que se llama El poder del ahora. (Cuando fui a comprarlo me preocupó que los dependientes de la Gandhi me miraran como a una de esas personas que buscan verdades evidentes en libros de superación personal. Pues bien, sólo les puedo decir que, literalmente, arriesgarme "valió la pena".)

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1 comentario:

El arte de narrar el periodismo dijo...

Muy buena tu columna y muy bueno el texto que recomendaste de El País. Me encantó!!
Besos