¿¡Qué me pongo?!


Acabo de leer una nota en el periódico que asegura que las mujeres pasamos aproximadamente un año de nuestras vidas decidiendo qué ropa usar. No lo dudo ni un segundo. En mi caso seguramente serían dos. No es que todos los días me atormente tratando de encontrar la combinación perfecta, pero lo que sí tengo detectado es que, si llego a cambiar de opinión aunque sea únicamente acerca de una de las prendas que llevo puesta, el caos se hace inminente. Si no me siento a gusto con lo primero que elegí, es muy probable que pase más de media hora buscando, y aún así no logre encontrar ropa que me haga sentir cómoda ese día. Hay mujeres que eligen una noche antes su atuendo del día siguiente, yo no entiendo cómo lo hacen. ¿Cómo saber si hará frío, calor, si amanecerá lloviendo, qué humor tendrán, en qué tonos se les antojará vestirse? Eso sí, cuando nada más resulta, la ropa negra siempre es la respuesta. Sea blusa negra y jeans, o pantalón negro+ cualquier top, o vestirse toda de negro, recurrir al color del luto siempre es una solución aceptable. Las veces que he intentado hacerme asidua al gimnasio (ja), uno de mis mayores problemas ha sido el tener que decidir ropa llevar en la maleta. Me siento limitada, necesito todo mi guardarropa frente a mí para poder decidir qué usaré durante el día. Por eso también cuando viajo llevo demasiada ropa. Prefiero asegurar suficientes combinaciones a tener que usar un atuendo que no me satisfaga.
En este momento estoy entre tallas, por lo cual el "¿qué me pongo?" es casi cosa de todos los días. Mi "ropa de gorda" ya me queda grande y la "de flaca" todavía no me luce como debería. Entonces ni modo, creo que sufriré un rato más la falta de opciones en mi guardarropa hasta que "merezca" comprar más.

Read Comments

1 comentario:

Sofía dijo...

Me pasa lo mismo cuando viajo, llevo un maletón con TODAS las opciones posibles!