De entrada por salida

Soy hija de una generación que creció con mensajes encontrados. Nos educaron para ser profesionistas, mujeres sumamente independientes, pero también para ser el pilar de un hogar. Algo así como Barbie (no en balde fui su fan toda mi infancia) en sus distintas presentaciones, pero todo en una sola persona.

Lo malo es que una empieza con esta idea:















Eventualmente pasa esto...



















Y finalmente una termina así...





















Esta muñeca de hecho existe. Es hilarante y terroríficamente parecida a la vida real. Y es que en un escenario como éste, una acomoda las piezas como mejor puede. Pero, ¿qué pasa cuando las circunstancias, sean las que sean, nos orillan a estar en casa siete días a la semana?


Ahora estoy en esa situación. Nunca había vivido algo así. Al poquísimo tiempo de haber salido de la Universidad entré a trabajar. Siendo parte del monstruo corporativo hice mi vida: salí de la casa paterna, me fui a vivir sola, empecé a vivir en pareja, tuve un hijo. De esa manera, hice todo lo correspondiente a ese estilo de vida: en la etapa de soltera iba al súper sólo cuando preparaba una reunión en mi casa, comía en restaurantes todo el tiempo, y cuando nació mi hijo lo llevé a un Centro de Desarrolo Infantil en el que pasaba 10 horas al día. Los trayectos diarios eran aproximadamente de dos a tres horas en total. Las comidas caseras y la convivencia familiar estaban relegadas a los fines de semana. ¿Cocinar? Sólo en ocasiones especiales y los platillos que tenía dominados. El sábado era día de restaurante y el domingo para ir a comer a casa de alguna de las dos familias.

Pero la crisis me alcanzó, pasé a ser parte de las estadísticas del desempleo y me afectó al grado que ahora... resulta que me he convertido en lo que nunca pensé: ¡una ama de casa! Y sí he de decir la verdad, no es tan malo. Una mujer de mi generación crece aterrorizada por el concepto de ama de casa tradicional. Aquella que depende totalmente del hombre de la casa, que no sabe hacer nada más que cuidar de sus hijos y de su hogar (eso sí, de manera casi profesional) y que no tiene ni voz ni voto en nada. Que hace las cosas como las hacía su mamá, que las aprendió de la abuela y así sucesivamente...






















Pero mi generación ya no es así, y yo, ni aunque quisiera. Huérfana de madre desde hace más de diez años, estoy haciendo mi vida doméstica como mejor se me ocurre. Además, mi vida no ha cambiado tanto: sigo trabajando en distintos proyectos como colaboradora independiente y sigo siendo quien soy, nada más que ahora tengo más tiempo libre para estar en casa, hacer cosas dentro de ella y disfrutarla. Eso que siempre lamentaba perderme, ahora por causas de fuerza mayor me veo obligada a disfrutar. Así que digamos que en todas mis actividades estoy "de entrada por salida"... y este blog está dedicado a compartir (con todo el que quiera leerme) mi andar por el laberinto que es este nuevo mundo. Porque he de decir que todo esto puede ser tan austero o glamoroso como uno decida. Y a mí me gusta lo bonito.

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9 comentarios:

eduardo dijo...

Viva bonito, Mrs Vera.
Nice writing. No creo que las cosas femeninas sean cursi por definición y he aquí un buen ejemplo.

Tragique dijo...

¡Está genial tu blog! Una idea arriesgada que nos pega a muchas mujeres, mamás y no mamás. Además, el diseño está re-lindo! y las ilustraciones geniales! U R a Kwel Mom! LOL :)

Dada dijo...

¡Gracias a todos por sus comentarios! Ya está habilitada la función de seguidores para quien quiera serlo. :D

Daniela dijo...

Hola Da, muchas felicidades, esta muy padre el proyecto. Que bueno que disfrutas día a día tu vida y estás rompiendo paradigmas, roles y estereotipos creados hacia nosotras las mujeres. estaré pendiente de tus hostorias, me encantará compartirlas. Un abrazo!

Daniela dijo...

Hola Da, muchas felicidades por este proyecto, está muy padre. Que bueno que disfrutas día a día tu vida y estás rompiendo paradigmas, roles y estereotipos creados hacia nosotras las mujeres. Estaré pendiente de tus historias, me encantará compartirlas. Un abrazo!

Rodrigo dijo...

Sis, está muy interesante. Como bien me conoces, he de hacer énfasis en el lado jocoso, y no pude evitar emocionarme por la munieca de donia florinda con el bebé con cara del chavo del ocho! Por suerte tu hijo está bastante más bonito!

Sofía dijo...

También soy generación Barbie! Aún no vivo lo del bebé y el ser ama d casa... pero creo q es lo q se viene pierna arriba... seguiré tu blog y seguro q tus consejos también!

Vanyvalu dijo...

Te deseo la mejor de las suertes mientras recorres este camino "de entrada por salida". Yo llevo ya 6 años en eso, aprendiendo cada día como mejor puedo. No es una tarea fácil, definitivamente no es siempre gozosa, pero hay mucha riqueza de por medio si se sabe apreciarla.Pienso que es un enooooorme trabajo que suele ser subvaluado, pero que, al hacerlo yo, he aprendido a revalorar y,poco a poco,a amar.
Arriba y adelante y sigue contándonos tus experiencias!

Fátima dijo...

Muchas felicidades por tu blog!! Está muy entretenido y real. La muñeca que sacas en "De entrada por salida" me parece tan real que hasta me dio escalofríos; aún así sigue en pie mi proyecto de subir al carrito del super las cosas del bebé. No nos queda más que reflexionar sobre por qué “así nos tocó vivir”, y aprender a darle prioridad a las cosas que uno desea. El crecer aterrorizadas por el concepto de ama de casa y querer desarrollarnos profesionalmente nos ha llevado a que la maternidad tardía esté a la alza, pero algo muy positivo de todo esto, es que ahora lo hacemos más íntegras y con más consciencia, tratando de crear a seres humanos diferentes; además, los papás de ahora se involucran mucho más que los de antes en las cosas de la casa y de los hijos. Eso como sea es un gran paro. Nuevamente muchas felicidades por el proyecto, seguro te seguiré leyendo.