¡Señorita, por favor!




















Este es el grito desesperado de una mujer que se siente agredida cuando la llaman "Señora". Se trata de una práctica social que resulta ofensiva por el simple hecho de dividir a las mujeres en dos tipos: las jóvenes y las "maduras". No conozco congénere que no se haya deprimido la primera vez que le dijeron "señora" y es que, por absurdo que parezca, si no se ES señora, duele. Lo que nos lleva a la pregunta: ¿qué define el ser señora o señorita?¿El hecho de estar casada, la edad, cómo lucimos, nuestra actitud? Para mí, sí tendría que ser una cuestión de edad, pero no para discriminar a nadie por su apariencia, sino una clasificación tan natural como el distinguir a una niña de una mujer. En otros países la aplicación del concepto es muy simple: señoritas son sólo aquellas menores de 12 años. Después, TODAS son señoras, y eso evita las situaciones incómodas. Lo malo es que en nuestro país el que nos pongan el mote depende del criterio (o la falta de él) del que nos llama así. A mí, con todo y bebé a cuestas, a veces me dicen señorita. A pesar de resultar un evento que no dejo de apreciar como un gesto amabilidad, me da mucha risa. Personalmente y en este punto de mi vida, sí prefiero el "señora". Me parece que ya sea por edad, méritos matrimoniales, de maternidad, o puro sentido común, es un título que se debería asociar al respeto y por lo mismo, un privilegio del que una eventualmente debe disfrutar. ¿O qué opina usted, señora?

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3 comentarios:

Dada dijo...

Eso sí, creo que por eso es halagador que a uno le digan "señorita" aunque una vaya cargando a sus niños...

Jess dijo...

Lo siento, pero a mi todavía me dicen señorita, jajajaja. Mi panza de embarazada se confunde con otro tipo de "baby fat", y pues aunque no tengo cara de doceañera, algunos parece que piensan que no paso de los 20 ;).
Pero claro, creo que todo está en la actitud. En cómo andas en tacones (si matadoramente sexy, como solía hacerlo yo, o como mandamás en oficina burocrática), sonríes y hablas.
Lo bueno a esta edad, es que uno puede jugar ambos roles, no? cuando quieres respeto de los menores pones la cara dura, cuando no, hasta te pones a jugar con la niñada en la fiesta infantil del sobrino. Aprovechemos pues, esta grandiosa dualidad de los treinta años ;)

Anonymous dijo...

El titulo de SEÑORA se gana, no con los años o con estar casada, sino es algo que se gana con esfuerzo, tiene que ver mucho con la madurez, ya que la edad no te da la madurez, al ganar la madurez habras ganado el titulo de señora, aunque muchos lo asocian con la edad, pero esta mal empleado