De lo que uno se entera...


Una flor de col adorna mi cocina. Ya había notado que tenía unos puntitos blancos, pero nunca se me ocurrió que se tratara una plaga. Parecía más bien parte de la textura de la hoja. Fue Margarita la que me hizo ver que eran "pulguitas", y se las quitó lavándolas. El electricista que estaba trabajando en el antecomedor, escuchó nuestra conversación y me preguntó si le "permitía un atrevimiento". Sólo quería recomendarme que, si quería librarme de bichos, con tener un crisantemo por aquí y por allá bastaba, pues resulta que antes de dedicarse a lo que hace ahora, trabajó mucho tiempo en control de plagas. Confirmé el dato aquí. Qué bueno saberlo, ¿no?

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