Hombres trabajando


¡Dentro de mi casa! Les conté que me cambié, lo que no les dije es que la remodelación no estaba terminada aún. Y es que dicen que en estos casos hay un punto en el que, o te mudas, esté como esté la obra, o te puedes pasar años arreglando detallitos que nunca dejan de aparecer y jamás vivirás allí.
Cuando llegamos hace casi dos meses sólo faltaba que terminaran de poner el piso del garage, lo cual era menos desastroso que tener trabajadores DENTRO de la casa. Todo estaba relativamente bajo control, aunque eso implicaba tener material y cascajo en la banqueta y en el recibidor.
Cuando parecía que ya casi, que de una vez por todas se terminaría el polvo, el ruido, etc... se tapó la tubería de un baño y hubo que romper el piso del mismo. Como el material era antiguo, ya no se consigue. Para que no quedara un parche horroroso, había que cambiar el recubrimiento de toda la superficie del suelo. Y ya que estábamos en esas, ¿por qué no poner una tina nueva?
Error. Espero que nunca tengan que romper en sus casas la estructura de una vieja tina. Los martillazos eran tales que una lámpara del antecomedor (que está justo debajo de dicho baño) se desprendió y el techo alrededor de la misma empezó a desmoronarse. Sobre la mesa en la cual trabajo llovían piedritas. Llegué a pensar en usar casco para proteger la integridad de mi persona, pero por suerte no hubo que llegar a tales extremos.
Hoy estamos a un par de días de acabar (¡por fin!) con todo esto, y espero ya no tener ruido, polvo y gente ajena a mi familia en mi casa por un buen tiempo. O hasta que algo más se descomponga...

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