Que siempre no...


Calculé la mudanza para este fin de semana. A mí, que todo me encanta tenerlo calculado, planeado, calendarizado, como muchas cosas en este año, otra vez no me salió. Y como no fue ahora, ya no pasará hasta el próximo año. Diciembre es demasiado complicado como para, además, llevar la casa a cuestas.
Mucha gente asegura que una remodelación es más cansada y tardada que una construcción. Yo no entendía eso hasta que me metí a hacerlo. Es cierto. En la edificación de una vivienda nueva, todo se hace a medida, sobre necesidades específicas, los contratiempos son mínimos. Al rehabilitar una casa ya hecha, uno se encuentra con limitaciones propias del inmuebe original. Hay que adaptarse a lo que se tiene, o bien tirar y volver a hacer, lo cual es bastante desgastante. A eso se suma que cuando parece que un recurso se logró, se presenta siempre algún tipo de eventualidad no prevista. En fin, tampoco hay prisa. Es sólo que es un evento tan significativo que hay que hacerse a la idea por un tiempo, y el "siempre no" sólo prolonga la ansiedad.

Read Comments

No hay comentarios: